Llevamos un reloj de arena para introducirnos en el tiempo. Paralelamente, otras docentes de la Escuela hospitalaria enseñaban a hacer juguetes. Se nos ocurrió “viajar en el tiempo” a través de la pregunta: “¿Con qué jugaban tus abuelos?”.
Las repuestas fueron: al tinenti y al balero.
Al día siguiente nos encontramos con los chicos jugando al balero, las docentes, retomando la propuesta, les habían enseñado a los chicos a hacerlos.
Luego, muchos de los chicos realizaron dibujos a través de los cuales viajaban en el tiempo, hacia el pasado o hacia el futuro...
jueves, 28 de febrero de 2008
¿¡Quién dijo que el autor tiene siempre la "última palabra"!?
Con los chicos de la Escuela Laboral inventamos 3 finales posibles para esta historia y te invitamos a sumar el tuyo…
Esta actividad se realizó en la Escuela Laboral Nº 1 el miércoles 9 de enero. Contamos el cuento “El perro que no sabía ladrar” de Gianni Rodari ¡pero sin el final!! Así se les pidió a los chicos que imaginaran el final de la historia.
1er final
Un señor gritaba: “¡Ayúdenme, Ayúdenme a salir de un pozo chiquito!”Entonces el perro le pidió que le enseñara a ladrar y el señor le enseñó a ladrar.
Leandro
2do final
Un perro collie estaba con las ovejas y estaba un poco cansado. El perro lo encontró y le preguntó: “¿vos sos un perro como yo?”. El collie le dijo: “Sí. Ladrar se dice ¡guau!”.
Y se hicieron amigos.
Después de aprender a ladrar, fue a la calle, se encontró con una perra. Ladraron y se casaron y tuvieron cachorritos de muchos colores.
Melanie, Sandra, Vanina y Tatiana
3er final
El perro se encontró con un señor y le enseñó a ladrar y terminaron contentos porque el perro se quedó con el señor porque se quedaron juntos y se hicieron viejitos.
Cristian y Cecilia
Esta actividad se realizó en la Escuela Laboral Nº 1 el miércoles 9 de enero. Contamos el cuento “El perro que no sabía ladrar” de Gianni Rodari ¡pero sin el final!! Así se les pidió a los chicos que imaginaran el final de la historia.
1er final
Un señor gritaba: “¡Ayúdenme, Ayúdenme a salir de un pozo chiquito!”Entonces el perro le pidió que le enseñara a ladrar y el señor le enseñó a ladrar.
Leandro
2do final
Un perro collie estaba con las ovejas y estaba un poco cansado. El perro lo encontró y le preguntó: “¿vos sos un perro como yo?”. El collie le dijo: “Sí. Ladrar se dice ¡guau!”.
Y se hicieron amigos.
Después de aprender a ladrar, fue a la calle, se encontró con una perra. Ladraron y se casaron y tuvieron cachorritos de muchos colores.
Melanie, Sandra, Vanina y Tatiana
3er final
El perro se encontró con un señor y le enseñó a ladrar y terminaron contentos porque el perro se quedó con el señor porque se quedaron juntos y se hicieron viejitos.
Cristian y Cecilia
¡Acrósticos!
En la sala de espera del Hospital Gutiérrez creamos acrósticos a partir de nuestros nombres y luego inventamos historias usando palabras con las que nos identificamos...
CRISTIAN:
CIRCO
REIR
VIAJAR
SALAR
FUTBOL
CAMINAR
AGUA
NADAR
PABLO:
EMPANADA
AGUILA
BOTIN
LOCRO
FUTBOL
El águila juega al futbol con sus botines grandes y negros. Y le gusta comer locro y empanadas, todos los días con sus hermanos.
Pablo, 11 años, de Chaco
PAULO:
PELOTA
SANDIA
YOGURT
CABALLO
CORRER
Una pelota que rodaba sola, y un yogurt que se movía solo y también la pelota no podía mover a la sandía asi que le pidió ayuda al yogurt y movieron la sandía rodando y la subieron al caballo y el caballo arrancó caminando y tiró la sandía y se la comió y salió corriendo a buscar otra sandía.
Paulo, 5 años.
CRISTIAN:
CIRCO
REIR
VIAJAR
SALAR
FUTBOL
CAMINAR
AGUA
NADAR
PABLO:
EMPANADA
AGUILA
BOTIN
LOCRO
FUTBOL
El águila juega al futbol con sus botines grandes y negros. Y le gusta comer locro y empanadas, todos los días con sus hermanos.
Pablo, 11 años, de Chaco
PAULO:
PELOTA
SANDIA
YOGURT
CABALLO
CORRER
Una pelota que rodaba sola, y un yogurt que se movía solo y también la pelota no podía mover a la sandía asi que le pidió ayuda al yogurt y movieron la sandía rodando y la subieron al caballo y el caballo arrancó caminando y tiró la sandía y se la comió y salió corriendo a buscar otra sandía.
Paulo, 5 años.
lunes, 21 de enero de 2008
El pintor
Al mediodía mientras todos terminábamos de almorzar, Lucas ya estaba pintando con su paleta de colores. Durante la obra de títeres, cuando uno de ellos preguntó: “¿saben cual es mi profesión?”, él dijo: “artista”.
Por eso, a la hora de mostrarle los libros, le acercamos El libro “Salvador Dalí. Píntame un sueño” de Montse Gisbert, contándole que era la historia de un artista como él.
Luego de mirar el libro con mucha atención, Lucas dibujó al pintor Dalí y retrató al títere –que posó para él- y a la titiritera.
Por eso, a la hora de mostrarle los libros, le acercamos El libro “Salvador Dalí. Píntame un sueño” de Montse Gisbert, contándole que era la historia de un artista como él.
Luego de mirar el libro con mucha atención, Lucas dibujó al pintor Dalí y retrató al títere –que posó para él- y a la titiritera.
Lucas, CENTES 1, Escuela a la que asisten chicos con trastornos emocionales severos
Lo que pasó con Facu, ¡que resultó ser Juan!
Diálisis. Juan Facundo es uno de los más chiquitos, tiene 5. Mira muy serio, frunciendo el ceño, un libro de marcianos. Nos acercamos, bah, se acerca el gato (títere) maullando suavecito. De ahí en mas los ojos de Facu no se desconectan ni un segundo los del títere, a mi me mira muy de vez en cuando (en fin…como titiritera tengo que aprender a manejar mis “celos”)
El gato maúlla “mi buenos aires querido” después, señalando un libro, le pide a Facu que le lea. Facu apoya el libro sobre su pancita y le va pasando hoja por hoja para que el gato “lea”.
- “Ahora leeme vos”, le pide el minino.
- “No sé leer”, dice Facu.
- “Pero hay dibujos”, dice el gato. Contame, ¿qué es esto?
Facu describe minuciosamente cada imagen. Le inventa historias…
- “Los ratones se comen a los gatos, ¿sabías?”.
Aparece “Un barco muy pirata”, un libro…¡con ratones! El gato se asusta y se esconde atrás de Adri, la otra narradora.
Facu, jugando, se transforma en un ser muy cómico, hace caras, hace el gesto de “pensador” con el índice en la boca. Nos hace reir. Maga Adri y yo, fascinadas. ¿Quién hace el “show” para quién?
Juan facundo le dice al gato que tiene que ir a una escuela para gatos, y como éste se niega, le pone un nombre “tentador”:¡la “Escuela Helado”! También le pone un nombre al minino: Fabricio Renato. En otro libro encontramos a una nena que también hace el gesto de pensar con el dedo sobre los labios…¡una casualidad que lo sorprende mucho!
Su amigo gato le “muerde” (no tiene dientes) los piecitos las manos…casi una cosquilla.
El gato se hace el dormido, Facu lo molesta. Le pelea un poco, se hace el enojado, después lo perdona.
El papá de Facu, viendo que éste se divierte, nos avisa que sale un momento a fumar un cigarrillo. Seguimos mostrándole libros y justo encontramos el bellísimo libro-álbum: “Mi papá”. Lo leemos “a dos voces”: Magui “las letras”, Facu el dibujo. Se lo leen a Renato, el gato. Renato confunde al papá del dibujo con su propio papá y a Magui le empieza a decir mamá. Facu se ríe, abraza al Renato, lo invita a su casa. Poco antes de irnos Facu nos confiesa que en realidad le dicen Juan. Nos cuesta despegarnos, a Renato y a mi…
En medio de tantos libros ha nacido una amistad. Claro que a la titiritera apenas si la vieron…la cosa es en entre Renato y Juan…¡Misterios del oficio!
Juan Facundo, CENTES 1, Escuela a la que asisten chicos con trastornos emocionales severos
El gato maúlla “mi buenos aires querido” después, señalando un libro, le pide a Facu que le lea. Facu apoya el libro sobre su pancita y le va pasando hoja por hoja para que el gato “lea”.
- “Ahora leeme vos”, le pide el minino.
- “No sé leer”, dice Facu.
- “Pero hay dibujos”, dice el gato. Contame, ¿qué es esto?
Facu describe minuciosamente cada imagen. Le inventa historias…
- “Los ratones se comen a los gatos, ¿sabías?”.
Aparece “Un barco muy pirata”, un libro…¡con ratones! El gato se asusta y se esconde atrás de Adri, la otra narradora.
Facu, jugando, se transforma en un ser muy cómico, hace caras, hace el gesto de “pensador” con el índice en la boca. Nos hace reir. Maga Adri y yo, fascinadas. ¿Quién hace el “show” para quién?
Juan facundo le dice al gato que tiene que ir a una escuela para gatos, y como éste se niega, le pone un nombre “tentador”:¡la “Escuela Helado”! También le pone un nombre al minino: Fabricio Renato. En otro libro encontramos a una nena que también hace el gesto de pensar con el dedo sobre los labios…¡una casualidad que lo sorprende mucho!
Su amigo gato le “muerde” (no tiene dientes) los piecitos las manos…casi una cosquilla.
El gato se hace el dormido, Facu lo molesta. Le pelea un poco, se hace el enojado, después lo perdona.
El papá de Facu, viendo que éste se divierte, nos avisa que sale un momento a fumar un cigarrillo. Seguimos mostrándole libros y justo encontramos el bellísimo libro-álbum: “Mi papá”. Lo leemos “a dos voces”: Magui “las letras”, Facu el dibujo. Se lo leen a Renato, el gato. Renato confunde al papá del dibujo con su propio papá y a Magui le empieza a decir mamá. Facu se ríe, abraza al Renato, lo invita a su casa. Poco antes de irnos Facu nos confiesa que en realidad le dicen Juan. Nos cuesta despegarnos, a Renato y a mi…
En medio de tantos libros ha nacido una amistad. Claro que a la titiritera apenas si la vieron…la cosa es en entre Renato y Juan…¡Misterios del oficio!
Juan Facundo, CENTES 1, Escuela a la que asisten chicos con trastornos emocionales severos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)